Con el objetivo de que los niños aprendan inglés, el hecho de hacer un intercambio de idiomas o viajar al extranjero es fundamental durante su aprendizaje. Pero, ¿cuál es la mejor edad para hacerlo?

A qué edad hacer un intercambio de idiomas

Los expertos aseguran que la mejor edad para que un niño haga su primer intercambio de idiomas en el el extranjero es a partir de los 12 años.

Puede parecer una edad elevada, pero lo cierto es que aseguran que depende de las circunstancias de cada niño. En muchos casos pueden empezar mucho antes, dependiendo de su madurez o sus conocimientos en el idioma.

Hay que tener en cuenta que cuanto antes entren en contacto con otros idiomas mejor, porque los aprenderán como si fueran nativos. Por ello, es recomendable que desde los 2-3 años se les vaya hablando a los niños otros idiomas como el inglés, para que así el día de mañana lo hablen de manera fluida. En este sentido, poder asisitir a un colegio bilingüe en Madrid, faciliaría mucho el aprendizaje de los más pequeños ya que desde que entran al centro educativo estarán familiarizándose con el otro idioma.

Si desde que son muy pequeños van tomando clases de inglés, cuando cumplan años podrán perfeccionar y mejorar en cuanto a vocabulario, gramática, etc., para luego poder realizar un intercambio de idiomas al extranjero.

Por eso es importante no solo tomar como referencia la edad de los 12 años para llevar al niño a un intercambio de idiomas al extranjero, sino que también es fundamental que el aprendizaje en el colegio empiece lo antes posible. Esto es, apuntarlo a un colegio donde se imparten idiomas desde edades tempranas.

Si se empieza en el colegio lo antes posible, luego lo tendrán más fácil para mejorar y conseguirán hablar con mucha fluidez cuando tengan 12 años. Es una edad conocida como la preadolescencia, por lo que es magnífica para empezar a realizar este tipo de viajes, adquirir conocimientos y ser más independientes.

Beneficios del intercambio de idiomas en niños

  • Hablar el idioma con nivel nativo: el hecho de poder hablar un idioma de otro país como nativo, es una gran oportunidad para los niños y sin duda les puede abrir muchas puertas y cambiar la vida. Es una de las principales ventajas de apostar por este tipo de viajes al extranjero en edades tempranas.
  • Perder la vergüenza: es habitual que los niños sientan vergüenza cuando ven que no hablan bien un idioma y sus compañeros sí. Por lo que, empezar pronto siempre les ayuda a perder esa vergüenza y les facilita mucho las cosas en la vida.
  • Expresarse con total normalidad como si fuera su idioma: hay niños que a pesar de saber el idioma no consiguen expresarse como lo hacen en su idioma nativo. En muchos casos es porque lo han aprendido tarde y no se sienten cómodos, seguros o ellos mismos hablando en dicho idioma.
  • Todo es más fácil en el colegio: es una forma de facilitar las cosas también a los niños en el cole, dado que tendrán un mejor nivel de idiomas y eso se notará en las clases del colegio y selectividad. Irá más adelantado que sus compañeros.

Por todo esto es por lo que es recomendable empezar a los 2-3 años a practicar idiomas y realizar los viajes al extranjero desde los 12 años para perfeccionar.

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